Formar al equipo no siempre significa grandes cursos o certificaciones. A veces, cinco minutos bastan para que una persona aprenda lo que necesita para avanzar. Otras veces, es necesario profundizar, estructurar y dedicar semanas a dominar una competencia clave.
Por eso, hoy más que nunca, las organizaciones combinan dos formas de aprendizaje muy distintas: el microlearning y el macrolearning. Ambas tienen ventajas, y conocerlas te ayudará a decidir cuál es la mejor opción para tu equipo en cada situación.
🆗Microlearning: Aprende en el momento justo
El microlearning es una estrategia basada en módulos breves (entre 2 a 15 minutos) que permiten adquirir habilidades puntuales. Utiliza formatos ágiles como videos cortos, infografías, podcasts o quizzes, lo que lo convierte en una opción ideal para equipos con poco tiempo disponible.
🆗¿Cuándo usarlo?
Cuando necesitas entrenar en tareas prácticas y rápidas: desde aprender a usar una herramienta nueva hasta reforzar un proceso específico sin saturar con información innecesaria.
Ejemplo real:
Tu empresa implementa un nuevo CRM. Para facilitar la adopción, los colaboradores reciben cápsulas en video de 5 minutos sobre cómo registrar un cliente o agendar una reunión. Cada persona accede al contenido según lo necesita, sin afectar su rutina diaria.
🆗Macrolearning: Profundiza, transforma, certifica
El macrolearning propone un aprendizaje más largo y estructurado. A través de cursos completos, talleres presenciales o certificaciones, permite dominar un área de conocimiento en profundidad.
🆗¿Cuándo usarlo?
Cuando quieres desarrollar competencias estratégicas, generar un cambio cultural o certificar a tu equipo en habilidades clave
Ejemplo real:
Tu empresa busca desarrollar nuevos líderes. Se lanza un programa de formación de 8 semanas sobre liderazgo, inteligencia emocional y gestión de equipos. Los participantes asisten a sesiones virtuales, hacen tareas prácticas y finalizan con una certificación. El objetivo: prepararlos para asumir nuevas responsabilidades.
🆗¿Cuál necesitas hoy?
No se trata de elegir uno sobre otro. Se trata de saber cuándo aplicar cada enfoque.
Las empresas que combinan ambos enfoques tienen más probabilidades de mantener a sus equipos capacitados, motivados y alineados con sus objetivos.
El conocimiento no siempre necesita horas. A veces, unos minutos bien diseñados bastan. Pero cuando el reto es grande, también lo debe ser la preparación. Alternar entre micro y macrolearning no solo es eficiente, es inteligente.
¿Y tú? ¿Qué tipo de aprendizaje usas más en tu empresa? Cuéntanos en los comentarios. Compartir experiencias también es una forma de aprender